lunes, 8 de junio de 2009

Los últimos revelados

Todo comienza al entrar al cuarto oscuro. Se abre la película fotográfica. Se enrolla en la espiral. Se introduce en el tanque. Esta es la primera parte del proceso: en negativo

Se prende la luz roja. Elegir qué revelar. Posicionar el negativo en la ampliadora. Regular, enfocar. Seleccionar el tiempo de exposición. Someterlas a los líquidos –cuatros- revelador, baño de paro, fijador y agua. Aquí se obtendrá la tira de prueba. Ésta se pondrá en el ampliador, se colocará el papel fotográfico y se le aplicará luz. La segunda etapa concluye: se obtiene la fotografía -o positivo-.

Este es el proceso para revelar una fotografía a “la antigua”, o mejor conocida como fotografía análoga. Sin embargo, este procedimiento está casi obsoleto en Chile. Con el tiempo ha ido decayendo y se ha anunciado su fin.

No es que no exista gente que posea el conocimiento para realizar esta táctica. Sino que han sido diversos los factores lo que han colaborado a este decaimiento.

Con el surgimiento -y posterior expansión- de las cámaras digitales se produjo la posibilidad de repetir una toma indefinidas veces. Además de poder traspasar el resultado al computador, corregirlas, modificarlas y así seleccionar cuales serán las que se imprimirán. Ese es el primer golpe.

Lo nombrado anteriormente contribuyó a reducir los costos. Papel, película fotográfica, revelador, baño de paro, fijador, humectante, tiempo, entre otros ya no serían necesarios. La posibilidad de reproducir rápido y de ahorrar tiempo –lo más costoso- sería razón suficiente para que muchos de los conocedores cambiaran de método.

A pesar de estas razones igual existían fotógrafos y amateurs aferrados a la análoga –aún los hay-. Sin embargo, hoy en día, es muy difícil encontrar los materiales para trabajar. Estos son escasos y costosos. Papel, rollos, químicos sólo pueden ser adquiridos en tiendas especializadas y con previo anticipo de compra. Esta situación se volvió tangible cuando la empresa Kodak -principal productora de materiales aquí en Chile- decidió suspender la fabricación de productos.

Las universidades e institutos también han cambiado su foco, orientándose a enseñanzas que tengan que ver con programas y nuevas tecnologías en el desarrollo de la fotografía digital. Un ejemplo de esto es que el 2008 fue el último año que la malla de Fotografía de la Universidad del Pacífico tenía laboratorio análogo en ella. “En la malla de este año no hay laboratorio. El año pasado era súper complejo conseguir los materiales. Yo creo que esa fue una de las causas por las que sacaron ese ramo” señala Carolina Rojas estudiante de fotografía de la Universidad del Pacífico.

Las posibilidades de continuar son escasas. La fotografía digital ha avanzado a pasos agigantados. Además ha logrado, en poco tiempo, alcanzar los logros de las cámaras análogas. “Lo digital ha conseguido igualar texturas, extensiones y ha superado en muchos elementos de composición a una análoga. Por ejemplo en el color”, señala Mauricio Arriagada -fotógrafo amateur-.

“La fotografía análoga ya murió. Yo creo que es sólo para vintage. Siento que hoy en día ya no es viable”, finaliza.

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